f.e.
¿Cual era su necesidad de separar el cuerpo y el alma? (o ¿cuál su incentivo para escribir un alma?)
¿Crear lo incorruptible? ¿Inventar la trascendencia?
¿Justificaron las atrocidades que deliveradamente le fueron impuestas al cuerpo, a costas de un bien mayor, de una salvación "espiritual"?
Aún más: ¿No nos convencieron de empeñar esta vida "física", inmortalizando los sacrificios, pagando intereses por el sufrimiento de hoy, incentivando el masoquismo interesado, y todo para un mejor mañana tras las doce en punto de esta muerte orgánica?
Era tan ridículo como fiarle todo a alguien que alguna vez nos cruzamos en la calle.
Y sin embargo lo hicimos.
De alguna forma nos cubrió la mortaja de una extraña pero extendida epidemia: un tipo de locura cuyos síntomas más característicos fueron la credulidad, la irresponsabilidad, la confianza, la ceguera histérica y la parálisis voluntaria.
El miedo estaba en la base y en la cumbre: era causa y consecuencia.
El antídoto al antídoto era el dogma.
Con esta "enfermedad del alma" toda la estructura se había puesto en movimiento, justificándose a sí misma. Por primera vez el hombre inventaba la única máquina perfecta: se retroalimentaba.
Vomitaba miseria que volvía a tragar.
El pobre imbécil que hizo girar por primera vez las pesados engranajes con poleas de madera trcción a sangre había muerto. Era innecesario.
3 clavos y tiempo.
1 comment:
para matar la seriedad
es TAN kasandra la palabra "ridiculo"
aaaaaaaaaaay ayyyyyyyyyyyyyy
(gritos histericos de pasion)
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