"Oda al suicidio masivo en Independencia al 3000" (o "El último estudiante de Psicología" o "Tiene sentido aunque no me lo crean")
Hoy, a la salida del teórico no va como de costumbre a la máquina de café. Hoy está deprimido, y mientras se estrella la cabeza contra los ladrillos exclama: "¡Tánatos, Tánatos, Tánatos; Oh pulsión infame no enlazada a instinto yoico que devienes libre y te cuelas desesperadamente en la conciencia!¡Ay de ustedes pulsiones parciales que tiran de cada extremo de mis miembros hacia afuera!¡Oh Empédocles cuánta razón tenías y que solos nos quedamos! ¡Qué imponente la Discordia centrífuga que brota desde centro y el fondo de mi Ello!¡Oh congéneres, oídme héroes:¿Quién de ustedes me empujará a la regresión redentora y separará cada átomo? ¿Quién me regalará el Nirvana del punto de tensión cero
en el aparato psíquico y borrará las fronteras entre neuronas-y y neuronas-x?!¡Dora, esperame a la vuelta de la histeria justificada! ¡Sentémonos sobre la más generealizada degradación de la vida amorosa, y durmamos el sueño sin oir al padre (el
Padre) que balbucea porque ha internalizado la voz del hijo muerto e incendiado que le reclama agónico: "Padre, ¿no ves que estoy ardiendo?"Pequeño Hans, ¿Fue tu futuro un poco mejor tras los pasos y las huellas del Gran Locólogo?!¡Señor de los Lobos, Oh Hombre de las Ratas, esperemos lo irreductible de la Muerte acurrucados más allá del Principio del Placer, vacilando con la mente en blanco por no
poder encontrar representación psíquica para el vacio y la nada, temblemos humildes y neuróticos más acá del bien y el mal!¡Oh Desmezcla pulsional que separas las hebras del hilo de la vida y retuerces el camino en forma regrediente, cayendo siempre!¡Atravesemos todos el Gran Velo, sintamos todos el Momento Cero!"En este punto del discurso el pobre ya no proclamaba, más bien rezongaba, ido en sangre, arrastrándose por el pasillo, resbalando en las baldozas empapadas en el néctar
de Huitzilopochtli. Como tantas veces en la historia, el loco se convirtió en mártir, y devolvió (por devolver) el entusismo a las mentes grises y articulaciones adormecidas de lo enroscados
tratando de garabatear en las sillas sin tablita. ¡Oíd futuros del ayer! ¿Cúanto hace que yacen sordos? La onda expansiva del último alarido destapó los obturados tímpanos y
los sujetos en estado hipnoide recobraron su parte perdida de cerebelo tras la parte frontal de la quinta circunvolución del cíngulo, y escucharon, y sintieron y se levantaron,
y cual regidos por un poder divino, tácito e implícito, caminaron hacia el Aula Mayor, mientras la sombra de Wundt medía los Tiempos de Reacción (TR) y los volcaba en una
tabla integradora.Se alzaban ya las banderas con el lema lacaniano: "No procrastines: Forcluí!". El ejército de estructuralistas ingénuos comienza su acto: El gran suicidio teórico llevaba por
fin a término el fin de la historia, la agonia de la conciencia y el silencio del discurso. Desintegrarse en Lo Real era el objetivo, y Lo Real es aquello para lo que no hay
palabras, ni imágenes. "¡El ser Humano no existe!" concluirán tras el escarabajo zoroastreano: "¡La moral ha muerto!"Oíd el rugido actualizado de la horda primordial que grita "Todos somos el Animal Totémico". El tabú se hace acto y el ritual se desliza bajo los pies, pero no en las mentes
narcotizadas de inconciencia liberadora. Y como diría James: Tenían miedo porque estaban corriendo. Aun que no lo supieran.Mientras Edipo se cose los ojos a las manos con la estéril ilusión de ver, y ser en, la gran orgía. Imágen rubbenesca de cuerpos entrelazados, confundidos, dinámicos en el
barroco de los tiempos, retrocediendo desde el futuro, y sumidos en el flujo incesante del Retorno de lo Reprimido, el Eterno Retorno de lo Mismo se queda seco con esta
ruptura del anillo, la soga se ha cortado en una de sus partes que ahora deviene extremo, y se estira, lineal ya no circular, con este fin del Retorno, de lo Reprimido, de lo
Simbolico, lo Imaginario y del fin de la Civilización que ahora queda hueca: Vacuidad paradójica: el momento mítico se concreta y la nada insondable desaparece (aparece)
tras el acto mismo y su relato. Nos vaciaron de ausencia.Los yoes se desintegran de plenitud, y ya ni siquiera queda ilusión de integridad. Cachorros humanos roen los huesos propios y ajenos, brazos, piernas y cabezas.La función paterna se corroe a sí misma y los Nombres del Padre se callan al ver que el Objeto sí existe, y que el sujeto ha escupido su tachadura. Y la felicidad por doquier. Los superyoes se revuelcan en su orgasmo de mierda y sangre y dolor, mientras los egos y los otros se diluyen en la realidad del Gran Otro,
después de desgarrar el Velo de la intriga. No hay barrera entre el estímulo y su respuesta, el organismo queda inerte. Y todos fueron uno en el Falo Materno.
Pero siempre queda un rezagado, y camina entre los alaridos sordos de los cuerpos desmembrados, entre esta comunidad de Coyolxauquis, el último estudiante de
Psicología, y se arrodilla y llora y gime: ¡Oh pero que indecible es el apremio de la vida! ¡¿Quién me arrancará ahora los brazos a mí?!
1 comment:
Te felicito por tu trabajo y deseo un buen Domingo
Post a Comment