Thursday, April 26, 2007

Título Quemado I (o Oda al Nabo)

Que los desprevenidos hereden el sueño de una ciudad sin pasados, que los nombres del pasado cambien cada vez que el que deambula desnudo por la ciudad dobla en la esquina de su angustia, y se tropieza, y cae, y sueña la realidad de los que lo señalan desde la vereda, destrozados en su aparente completud, confundidos atrás de su manojo de verdades archivadas alfabéticamente, a punto de despertar, y cayendo, siempre. Que los mansos se pudran en el intersticio de los adoquines, y que el Tiempo de las tarántulas los cubra cual verdín ennegrecido hasta desaparecer el uno en el otro y ambos bajo las pisadas de los que vendrán a levantar cada calle, cada piedra, cada ladrillo hasta quedar el último.Que el último quede como testigo del cristo atormentado que murió para él, pero en nosotros. Las palabras desaparecerán el día que no haya por fin nada que decir, el mismo día que no haya ya nada que callar, ni que mostrar, el día que los hombres cierren la historia y la esfera se haga polvo. El día que la profecía mítica se autocumpla: "Interpretar? No hay anda que interpretar" justamente por que ya no hay donde apoyar los pies y empezar a caminar. Ya no hay suelo bajo nosotros, y ya no hay nosotros. ¿De quién son ahora nuestras estrellas?

2 comments:

NA said...

estamos a 8 cm del piso(?)
cada etiqueta va a decir(?)¿?
(?)
(U oda a nahuo)(?)
ai(?)
MUAAAAAAAA
boo enloquecio.
Genial fue
genial.
me hiciste volar
y me estrelle!

Anonymous said...

K bello texto, chikis!
Me gustó mucho x esa complicidad k hay con el lector, al menos, esa sensación me transmite. Y la pregunta final encierra un mágico pacto entre los seres.

Bachios!
=)
Feli+z